Edgar Allan Poe ()
The Devil In The Belfry (1839) [El diablo en el campanario.]
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What o'clock is it? --Old Saying.
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¿Qué hora es? (Expresión antigua)
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EVERYBODY knows, in a general way, that the finest place in the world is--or, alas, was--the Dutch borough of Vondervotteimittiss. Yet as it lies some distance from any of the main roads, being in a somewhat out-of-the-way situation, there are perhaps very few of my readers who have ever paid it a visit. For the benefit of those who have not, therefore, it will be only proper that I should enter into some account of it. And this is indeed the more necessary, as with the hope of enlisting public sympathy in behalf of the inhabitants, I design here to give a history of the calamitous events which have so lately occurred within its limits. No one who knows me will doubt that the duty thus self-imposed will be executed to the best of my ability, with all that rigid impartiality, all that cautious examination into facts, and diligent collation of authorities, which should ever distinguish him who aspires to the title of historian.
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Todos saben de una manera vaga que el lugar más bello del mundo es —o era, desgraciadamente— el pueblo holandés de Vondervotteimittiss. Sin embargo, como se encuentra a cierta distancia de todas las grandes vías, en una situación por decirlo así extraordinaria, probablemente lo haya visitado un corto número de mis lectores. Por está razón considero oportuno, para entretenimiento de aquellos que no hayan podido hacerlo, entrar en algunos pormenores con respecto a él. Y esto es realmente tanto más necesario cuanto que si me propongo relatar los calamitosos acontecimientos ocurridos últimamente dentro de sus límites, es sólo con la esperanza de conquistar para sus habitantes la simpatía popular. Ninguno de quienes me conocen dudar de que el deber que me impongo no sea ejecutado con toda la habilidad de que soy capaz, con esa rigurosa imparcialidad, escrupulosa comprobación de los hechos y a ardua confrontación de autoridades, que deben distinguir siempre a aquel que aspira al título de historiador.
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By the united aid of medals, manuscripts, and inscriptions, I am enabled to say, positively, that the borough of Vondervotteimittiss has existed, from its origin, in precisely the same condition which it at present preserves. Of the date of this origin, however, I grieve that I can only speak with that species of indefinite definiteness which mathematicians are, at times, forced to put up with in certain algebraic formulae. The date, I may thus say, in regard to the remoteness of its antiquity, cannot be less than any assignable quantity whatsoever.
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Gracias a la ayuda conjunta de monedas, manuscritos e inscripciones, estoy autorizado a afirmar positivamente que el pueblo de Vondervotteimittiss existió siempre, desde su fundación, precisamente en las mismas condiciones en que hoy se encuentra. Por lo que respecta a la fecha de su origen, me es singularmente penoso no poder hablar sino con esa precisión indefinida con que los matemáticos se ven a veces obligados a conformarse con determinadas fórmulas algebraicas. La fecha —me está permitido hablar así—, habida cuenta de su prodigiosa antigüedad, no puede ser menos que una cantidad determinable cualquiera.
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Touching the derivation of the name Vondervotteimittiss, I confess myself, with sorrow, equally at fault. Among a multitude of opinions upon this delicate point--some acute, some learned, some sufficiently the reverse--I am able to select nothing which ought to be considered satisfactory. Perhaps the idea of Grogswigg--nearly coincident with that of Kroutaplenttey--is to be cautiously preferred.--It runs:- "Vondervotteimittis- Vonder, lege Donder- Votteimittis, quasi und Bleitziz- Bleitziz obsol:- pro Blitzen." This derivative, to say the truth, is still countenanced by some traces of the electric fluid evident on the summit of the steeple of the House of the Town-Council. I do not choose, however, to commit myself on a theme of such importance, and must refer the reader desirous of information to the "Oratiunculae de Rebus Praeter-Veteris," of Dundergutz. See, also, Blunderbuzzard "De Derivationibus," pp. 27 to 5010, Folio, Gothic edit., Red and Black character, Catch-word and No Cypher; wherein consult, also, marginal notes in the autograph of Stuffundpuff, with the Sub-Commentaries of Gruntundguzzell.
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Con respecto a la etimología del nombre Vondervotteimittiss; confieso, no sin pena, estár en duda. Entre una serie de opiniones sobre este delicado punto, muy sutiles algunas de ellas, otras muy eruditas y otras lo suficientemente en oposición no hallo ninguna que pueda considerar satisfactoria. Tal vez la idea de Grogswigg, que coincide casi con la de Kroutaplenttey deba aceptarse prudentemente. Está concebida en los siguientes términos: Vondervorreimittiss: Vonderlege Donder; Votteimittis, quasi und Bleitziz; Bleitziz obsol, pro Blit zen. A decir verdad, esta etimología encuentra, de hecho, bastante confirmación de algunas señales de fluido eléctrico que pueden verse todavía en lo alto del campanario del Ayuntamiento. Sea como fuere, no es mi intención comprometerme en una tesis de esta importancia, y le ruego al lector ávido de informaciones que consulte los Oratiunculoe de Rebus Praeter Veteris, de Dundergutz; que vea, también, Blunderbuzzard, De Derivationibus, desde la página 27 a la 5.010; infolio, edición gótica, caracteres rojos y negros, con llamadas y sin numeración, y que consulte también las notas marginales del autógrafo de Stuffundpuff, con los subcomentarios de Gruntundguzzell.
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Notwithstanding the obscurity which thus envelops the date of the foundation of Vondervotteimittis, and the derivation of its name, there can be no doubt, as I said before, that it has always existed as we find it at this epoch. The oldest man in the borough can remember not the slightest difference in the appearance of any portion of it; and, indeed, the very suggestion of such a possibility is considered an insult. The site of the village is in a perfectly circular valley, about a quarter of a mile in circumference, and entirely surrounded by gentle hills, over whose summit the people have never yet ventured to pass. For this they assign the very good reason that they do not believe there is anything at all on the other side.
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A pesar de la oscuridad que envuelve de este modo la fecha de la fundación de Vondervotteimittiss y de la etimología de su nombre, no cabe duda; como ya he dicho, de que ha existido siempre tal como lo vemos en la actualidad. El más viejo hombre del lugar no recuerda ni la más leve diferencia en el aspecto de una parte cualquiera de él, y, en realidad, la simple sugestión de tal posibilidad sería considerada como un insulto. El pueblo está situado en un valle perfectamente circular, cuya circunferencia mide, poco más o menos, un cuarto de milla, y está rodeado completamente por lindas colinas, cuyas cimas jamás pensaron sus habitantes hollar con su planta. No obstante, éstos dan una excelente razón de su proceder, por cuanto creen que no hay absolutamente nada al otro lado.
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Round the skirts of the valley (which is quite level, and paved throughout with flat tiles), extends a continuous row of sixty little houses. These, having their backs on the hills, must look, of course, to the centre of the plain, which is just sixty yards from the front door of each dwelling. Every house has a small garden before it, with a circular path, a sun-dial, and twenty-four cabbages. The buildings themselves are so precisely alike, that one can in no manner be distinguished from the other. Owing to the vast antiquity, the style of architecture is somewhat odd, but it is not for that reason the less strikingly picturesque. They are fashioned of hard-burned little bricks, red, with black ends, so that the walls look like a chess-board upon a great scale. The gables are turned to the front, and there are cornices, as big as all the rest of the house, over the eaves and over the main doors. The windows are narrow and deep, with very tiny panes and a great deal of sash. On the roof is a vast quantity of tiles with long curly ears. The woodwork, throughout, is of a dark hue and there is much carving about it, with but a trifling variety of pattern for, time out of mind, the carvers of Vondervotteimittiss have never been able to carve more than two objects--a time-piece and a cabbage. But these they do exceedingly well, and intersperse them, with singular ingenuity, wherever they find room for the chisel.
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Alrededor del lindero del valle —que es completamente liso y pavimentado en toda su extensión con ladrillos planos— hay una ininterrumpida fila de sesenta pequeñas casas. Se apoyan por detrás sobre las colinas, y, por tanto, todas miran al centro de la llanura, que se encuentra justamente a sesenta yardas de la puerta delantera de cada casa. Cada una de éstas tiene a la entrada un jardincillo, con una avenida circular, un reloj de sol y veinticuatro coles. Las mismas construcciones son tan absolutamente iguales que es imposible distinguir una de otra. A causa de su extrema antigüedad, el estilo arquitectónico es un tanto extravagante, pero, por esta razón, es todavía notablemente pintoresco. Estas casas están construidas con pequeños ladrillos, bien endurecidos al fuego, rojos, con cantos negros, de tal modo, que las paredes parecen un tablero de ajedrez de grandes proporciones. Los remates están vueltos del lado de la fachada y poseen cornisas tan grandes como el resto de la casa en los bordes de los tejados y en las puertas principales. Las ventanas son estrechas y de amplio alféizar, con vidrieras formadas por cristales pequeñísimos y grandes marcos. El tejado está recubierto por una gran cantidad de tejas de puntas arrolladas. La madera es toda de un color sombrío, totalmente tallada, pero de dibujos poco variados, puesto que, desde tiempos inmemoriales, los tallistas de Vondervotteimittis no han sabido esculpir más que dos objetos: un reloj y una col. Ahora bien hay que reconocer que esto lo hacen admirablemente, y lo prodigan con singular ingeniosidad en cualquier sitio que pueda encontrar el cincel.
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The dwellings are as much alike inside as out, and the furniture is all upon one plan. The floors are of square tiles, the chairs and tables of black-looking wood with thin crooked legs and puppy feet. The mantelpieces are wide and high, and have not only time-pieces and cabbages sculptured over the front, but a real time-piece, which makes a prodigious ticking, on the top in the middle, with a flower-pot containing a cabbage standing on each extremity by way of outrider. Between each cabbage and the time-piece, again, is a little China man having a large stomach with a great round hole in it, through which is seen the dial-plate of a watch.
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Las habitaciones son tan parecidas a la parte interior como a la externa, y los muebles son todos de un solo modelo. El piso está pavimentado con baldosas cuadradas. Las sillas y mesas son de madera negra, con patas torneadas, delgadas y finas. Las chimeneas son largas y altas; y no solamente poseen relojes y coles esculpidos en la superficie de su parte frontal, sino que, además, sostienen en medio de la repisa un auténtico reloj que produce un prodigioso tic-tac, con dos floreros, cada uno de los cuales contiene una col; situados en los extremos a modo de batidores. Entre cada col y el reloj se encuentra, además, un muñeco chino, panzudo, con un gran agujero en medio de la barriga, a través del cual puede verse la esfera de un reloj.
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The fireplaces are large and deep, with fierce crooked-looking fire-dogs. There is constantly a rousing fire, and a huge pot over it, full of sauer-kraut and pork, to which the good woman of the house is always busy in attending. She is a little fat old lady, with blue eyes and a red face, and wears a huge cap like a sugar-loaf, ornamented with purple and yellow ribbons. Her dress is of orange-colored linsey-woolsey, made very full behind and very short in the waist--and indeed very short in other respects, not reaching below the middle of her leg. This is somewhat thick, and so are her ankles, but she has a fine pair of green stockings to cover them. Her shoes--of pink leather--are fastened each with a bunch of yellow ribbons puckered up in the shape of a cabbage. In her left hand she has a little heavy Dutch watch; in her right she wields a ladle for the sauerkraut and pork. By her side there stands a fat tabby cat, with a gilt toy-repeater tied to its tail, which "the boys" have there fastened by way of a quiz.
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Los lares son amplios y profundos, con retorcidos morillos. Continuamente arde un gran fuego; sobre el que se encuentra una enorme marmita llena de sauerkraut y carne de cerdo, incesantemente vigilada por la dueña de la casa. Esta es una gruesa y vieja señora, de ojos azules y colorado rostro, que se toca con un inmenso gorro semejante a un pilón de azúcar. Adornado con cintas purpúreas y amarillas; su traje es de mezclilla anaranjada, larguísimo por detrás y de estrecha cintura, por otros conceptos demasiado corto, porque deja descubierta la mitad de la pierna. Éstas son un poco gruesas, lo mismo que los tobillos pero están cubiertas por un lindo par de medias verdes. Sus zapatos, de cuero rosado, están atados con un lazo de cintas amarillas dispuesto en forma de col. En su mano izquierda tiene un pesado relojito holandés, y con la derecha maneja un cucharón para el sauerkraut y la carne de cerdo. A su lado se encuentra un gato gordo y manchado, que exhibe en la cola un relojillo de cobre dorado de repetición, que «los chiquillos» le han atado allí como juego.
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The boys themselves are, all three of them, in the garden attending the pig. They are each two feet in height. They have three-cornered cocked hats, purple waistcoats reaching down to their thighs, buckskin knee-breeches, red stockings, heavy shoes with big silver buckles, long surtout coats with large buttons of mother-of-pearl. Each, too, has a pipe in his mouth, and a little dumpy watch in his right hand. He takes a puff and a look, and then a look and a puff. The pig--which is corpulent and lazy- -is occupied now in picking up the stray leaves that fall from the cabbages, and now in giving a kick behind at the gilt repeater, which the urchins have also tied to his tail in order to make him look as handsome as the cat.
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En cuanto a estos chicos, los tres están en el jardín, cuidando del cerdo. Todos tienen dos pies de altura, se tocan con tricornios y visten chalecos purpúreos que les llegan casi a los muslos, calzones de piel de gamo, medias roja de lana, zapatones con gruesas hebillas de plata y largas blusas con grandes botones de nácar. Cada uno tiene una pipa en la boca y un abultado reloj en la mano derecha. Una bocanada de humo, una mirada al reloj; una mirada al reloj, una bocanada de humo. El cerdo, que es corpulento y perezoso, se entretiene unas veces en mordisquear las hojas que han caído de las coles y otras en querer morderse el relojito dorado que aquellos pícaros le han atado también al rabo, con objeto de embellecerle tanto como al gato
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Right at the front door, in a high-backed leather-bottomed armed chair, with crooked legs and puppy feet like the tables, is seated the old man of the house himself. He is an exceedingly puffy little old gentleman, with big circular eyes and a huge double chin. His dress resembles that of the boys--and I need say nothing farther about it. All the difference is, that his pipe is somewhat bigger than theirs and he can make a greater smoke. Like them, he has a watch, but he carries his watch in his pocket. To say the truth, he has something of more importance than a watch to attend to--and what that is, I shall presently explain. He sits with his right leg upon his left knee, wears a grave countenance, and always keeps one of his eyes, at least, resolutely bent upon a certain remarkable object in the centre of the plain.
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Exactamente enfrente de la puerta de entrada, en una poltrona de amplio respaldo forrado de cuero, con patas torneadas y finas, como las de las mesas, se ha instalado el viejo propietario de la casa. Es un viejecillo excesivamente hinchado, con grandes ojos redondos y una enorme doble papada. Su indumentaria se parece a la de los muchachos, y nada más tengo que decir sobre está en particular. Toda diferencia consiste en que su pipa es un poco mayor que la de aquellos, y por tanto, puede lanzar más humo. Lo mismo que ellos, tiene un reloj, pero lo guarda en el bolsillo. A decir verdad, tiene algo que hacer más importante que vigilar un reloj, y esto es lo que voy a explicar. Está sentado, con la pierna derecha sobre la rodilla izquierda. Tiene el semblante grave y conserva siempre uno por lo menos de sus ojos decididamente fijo en cierto objeto muy interesante del centro de la llanura.
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This object is situated in the steeple of the House of the Town Council. The Town Council are all very little, round, oily, intelligent men, with big saucer eyes and fat double chins, and have their coats much longer and their shoe-buckles much bigger than the ordinary inhabitants of Vondervotteimittiss. Since my sojourn in the borough, they have had several special meetings, and have adopted these three important resolutions:
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Este objeto está situado en el campanario del Ayuntamiento. Los miembros del Consejo son todos unos hombrecillos achaparrados, adiposos e inteligentes, con ojos gruesos como salchichas y enormes papadas. Visten trajes mucho más largos, y las hebillas de sus zapatos son mucho mayores que las del resto de los habitantes de Vondervotteimittiss. Desde que resido en el pueblo han celebrado varias sesiones extraordinarias, y han tomado estos tres importantes acuerdos:
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"That it is wrong to alter the good old course of things;"
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«Es un crimen alterar el antiguo buen ritmo de las cosas.»
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"That there is nothing tolerable out of Vondervotteimittiss;" and
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«No existe nada tolerable fuera de Vonder votteimittiss.»
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"That we will stick by our clocks and our cabbages."
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«Juramos fidelidad a nuestros relojes y a nuestras coles.»
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Above the session-room of the Council is the steeple, and in the steeple is the belfry, where exists, and has existed time out of mind, the pride and wonder of the village--the great clock of the borough of Vondervotteimittiss. And this is the object to which the eyes of the old gentlemen are turned who sit in the leather-bottomed arm-chairs.
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Sobre el salón de sesiones se encuentra el campanario, y en el campanario o torre está, y siempre ha estado, desde tiempo inmemorial, el orgullo y maravilla del pueblo: el gran reloj de la aldea de Vondervotteimittiss. Y hacia este objeto están vueltos los ojos de los viejos caballeros que se encuentran sentados en poltronas forradas de cuero.
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The great clock has seven faces--one in each of the seven sides of the steeple--so that it can be readily seen from all quarters. Its faces are large and white, and its hands heavy and black. There is a belfry-man whose sole duty is to attend to it; but this duty is the most perfect of sinecures--for the clock of Vondervotteimittis was never yet known to have anything the matter with it. Until lately, the bare supposition of such a thing was considered heretical. From the remotest period of antiquity to which the archives have reference, the hours have been regularly struck by the big bell. And, indeed the case was just the same with all the other clocks and watches in the borough. Never was such a place for keeping the true time. When the large clapper thought proper to say "Twelve o'clock!" all its obedient followers opened their throats simultaneously, and responded like a very echo. In short, the good burghers were fond of their sauer-kraut, but then they were proud of their clocks.
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El gran reloj tiene siete esferas, una sobre cada una de las siete caras del campanario, de modo que se le puede observar cómodamente desde todos los barrios. Estas esferas son enormes y blancas, y las agujas, pesadas y negras. En la torre está empleado un hombre cuya sola misión consiste en cuidar del mismo, pero tal función es la más perfecta de las sinecuras, porque desde tiempos inmemoriales el reloj de Vondervotteimittiss jamás ha necesitado de sus servicios. Hasta esos últimos días, la simple suposición de semejante cosa era considerada como una herejía. Desde los más antiguos tiempos que los archivos registran, las horas habían sonado regularmente en la gran campana, y, en realidad, lo mismo acontecía con todos los demás relojes, grandes y pequeños, de la aldea. Nunca existió lugar comparable a éste en señalar con tanta exactitud las horas. Cuando el voluminoso mazo juzgaba llegado el momento de decir: «¡Las doce!» todos sus obedientes servidores abrían simultáneamente sus gargantas y respondían como un solo eco. En resumen, los buenos burgueses estaban encantados con su sauer-kraut, pero orgullosos de sus relojes.
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All people who hold sinecure offices are held in more or less respect, and as the belfry-man of Vondervotteimittiss has the most perfect of sinecures, he is the most perfectly respected of any man in the world. He is the chief dignitary of the borough, and the very pigs look up to him with a sentiment of reverence. His coat-tail is very far longer--his pipe, his shoe-buckles, his eyes, and his stomach, very far bigger--than those of any other old gentleman in the village; and as to his chin, it is not only double, but triple.
I have thus painted the happy estate of Vondervotteimittiss: alas, that so fair a picture should ever experience a reverse!
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Todas las personas que disfrutan de sinecuras son objeto de mayor o menor veneración, y como el campanero de Vondervotteimittiss poseía la más perfecta de ellas, es el más perfectamente respetado de todos los mortales. Es el principal dignatario de la aldea, incluso los mismos cerdos le contemplan reverentemente. La cola de su casaca es mucho mayor. Su pipa, las hebillas de sus zapatos, sus ojos y su estómago son mucho mayores que los de ningún otro viejo caballero de la aldea, y en cuanto a su papada, es no solamente doble, sino triple. Describo el feliz estado de Vondervotteimittiss. ¡Ay, qué lástima que tan delicioso cuadro estuviese condenado a sufrir un día una cruel transformación!
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There has been long a saying among the wisest inhabitants, that "no good can come from over the hills"; and it really seemed that the words had in them something of the spirit of prophecy. It wanted five minutes of noon, on the day before yesterday, when there appeared a very odd-looking object on the summit of the ridge of the eastward. Such an occurrence, of course, attracted universal attention, and every little old gentleman who sat in a leather-bottomed arm-chair turned one of his eyes with a stare of dismay upon the phenomenon, still keeping the other upon the clock in the steeple.
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Hace muchísimo tiempo que ha sido aceptado y comprobado por los habitantes más sabios de la aldea un proverbio según el cual «nada bueno puede venir de allende las colinas». Y, en realidad, hay que creer que estas palabras contenían en sí algo profético. Faltaban cinco minutos para el mediodía de anteayer cuando, en lo alto de la cresta de las colinas del lado Este, surgió un objeto de extraño aspecto. Semejante acontecimiento era propio para despertar la atención universal, y cada uno de los viejos hombrecillos, sentados en sus poltronas tapizadas de cuero, volvió uno de sus ojos, desorbitado por el espanto, hacia el fenómeno, continuando con el otro fijo en el reloj del campanario.
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By the time that it wanted only three minutes to noon, the droll object in question was perceived to be a very diminutive foreign-looking young man. He descended the hills at a great rate, so that every body had soon a good look at him. He was really the most finicky little personage that had ever been seen in Vondervotteimittiss. His countenance was of a dark snuff-color, and he had a long hooked nose, pea eyes, a wide mouth, and an excellent set of teeth, which latter he seemed anxious of displaying, as he was grinning from ear to ear. What with mustachios and whiskers, there was none of the rest of his face to be seen. His head was uncovered, and his hair neatly done up in papillotes. His dress was a tight-fitting swallow-tailed black coat (from one of whose pockets dangled a vast length of white handkerchief), black kerseymere knee-breeches, black stockings, and stumpy-looking pumps, with huge bunches of black satin ribbon for bows. Under one arm he carried a huge chapeau-de-bras, and under the other a fiddle nearly five times as big as himself. In his left hand was a gold snuff-box, from which, as he capered down the hill, cutting all manner of fantastic steps, he took snuff incessantly with an air of the greatest possible self-satisfaction. God bless me!--here was a sight for the honest burghers of Vondervotteimittiss!
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Faltaban sólo tres minutos para el mediodía cuando se comprobó que el singular objeto en cuestión era un pequeño jovencillo que parecía extranjero. Descendía por la colina con una enorme rapidez, de modo que todos pudieron verle muy pronto fácilmente. Era realmente el más precioso hombrecillo que se había visto jamás en Vondervotteimittiss. Tenía el rostro un tono oscuro como el rapé, larga y ganchuda la nariz, ojos que parecían lentejas, enorme boca y magnífica hilera de dientes, que parecía muy interesado en exhibir riéndose de oreja a oreja. Añádase a esto patillas y bigotes, y no creo que nada más quedase por ver en su rostro. Tenía la cabeza descubierta, y su cabellera había sido cuidadosamente arreglada con papillotes para rizarla. Componíase su indumentaria de una casaca ajustada y colgante, que terminaba en una especie de cola de golondrina —por uno de cuyos bolsillos dejaba colgar una larga punta de pañuelo blanco—, de unos calzones de casimir negros, medias negras y unos gruesos escarpines cuyos cordones consistían en enormes lazos de raso negro. Bajo uno de sus brazos llevaba un chapeau-de-bras, y bajo el otro, un violín casi cinco veces mayor que él. En su mano izquierda tenía una tabaquera de oro, de donde continuamente cogía pulgaradas de rapé con la actitud más vanidosa del mundo, mientras saltaba descendiendo la colina y dando toda clase de pasos fantásticos. ¡Bondad divina! Era un gran espectáculo para los honrados burgueses de Vondervotteimittiss.
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To speak plainly, the fellow had, in spite of his grinning, an audacious and sinister kind of face; and as he curvetted right into the village, the old stumpy appearance of his pumps excited no little suspicion; and many a burgher who beheld him that day would have given a trifle for a peep beneath the white cambric handkerchief which hung so obtrusively from the pocket of his swallow-tailed coat. But what mainly occasioned a righteous indignation was, that the scoundrelly popinjay, while he cut a fandango here, and a whirligig there, did not seem to have the remotest idea in the world of such a thing as keeping time in his steps.
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Hablando claramente, el pícaro reflejaba en su rostro, a pesar de su sonrisa, un audaz y siniestro carácter. Mientras se dirigía apresuradamente hacia el pueblo, el aspecto singularmente extraño de sus escarpines bastó para despertar muchas sospechas, y más de un burgués que le contempló aquel día hubiese dado algo por dirigir una ojeada bajo el pañuelo de blanca batista que colgaba de modo tan irritante del bolsillo de su casaca con cola de golondrina. Pero lo que despertó principalmente una justa indignación fue el hecho de que aquel miserable botarate, mientras ejecutaba tan pronto un fandango como una pirueta, no guardase una regla en su danza y no poseyera ni la menor noción de lo que se llama llevar el compás.
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The good people of the borough had scarcely a chance, however, to get their eyes thoroughly open, when, just as it wanted half a minute of noon, the rascal bounced, as I say, right into the midst of them; gave a chassez here, and a balancez there; and then, after a pirouette and a pas-de-zephyr, pigeon-winged himself right up into the belfry of the House of the Town Council, where the wonder-stricken belfry-man sat smoking in a state of dignity and dismay. But the little chap seized him at once by the nose; gave it a swing and a pull; clapped the big chapeau de-bras upon his head; knocked it down over his eyes and mouth; and then, lifting up the big fiddle, beat him with it so long and so soundly, that what with the belfry-man being so fat, and the fiddle being so hollow, you would have sworn that there was a regiment of double-bass drummers all beating the devil's tattoo up in the belfry of the steeple of Vondervotteimittiss.
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Mientras tanto, los buenos habitantes del pueblo no habían aún tenido tiempo para abrir del todo sus ojos cuando, exactamente medio minuto antes del mediodía, se precipitó el tunante, como os digo, en medio de ellos, hizo aquí un chassezé allí un balanceo y después de una pirouette y un pas-de-zephyr, se dirigió como una flecha a la torre del Ayuntamiento, donde el campanero fumaba estupefacto con una actitud de dignidad y temor. Pero el pillastruelo le agarró primero de la nariz, se la sacudió y tiró de ella, le puso sobre la cabeza su gran chapeau-de-bras, hundiéndoselo hasta la boca, y después, levantando su enorme violín, le golpeó con él durante tanto rato y con tal violencia, que, dado que el vigilante estaba muy gordo y el violín era amplio y hueco, se hubiese jurado que todo un regimiento con enormes tambores redoblaba diabólicamente en la torre del campanario de Vondervotteimittiss.
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There is no knowing to what desperate act of vengeance this unprincipled attack might have aroused the inhabitants, but for the important fact that it now wanted only half a second of noon. The bell was about to strike, and it was a matter of absolute and pre-eminent necessity that every body should look well at his watch. It was evident, however, that just at this moment the fellow in the steeple was doing something that he had no business to do with the clock. But as it now began to strike, nobody had any time to attend to his manoeuvres, for they had all to count the strokes of the bell as it sounded.
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No se sabe a que desesperado acto de venganza hubiese impulsado aquel indignante ataque a los aldeanos de no haber sido por el importantísimo hecho de faltar medio segundo para el mediodía. Iba a sonar la campana, y era de absoluta y suprema necesidad que todos consultaran sus relojes. Era indudable, sin embargo, que, exactamente en ese instante, el pillo que se había introducido en la torre quería algo que se relacionaba con la campana, y se metía donde nadie le llamaba. Pero como empezaba a tocar, nadie tenía tiempo de vigilar sus maniobras, porque cada uno de los hombres del pueblo era todo oídos contando las campanadas.
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"One!" said the clock.
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—Una... —dijo el reloj .
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"Von!" echoed every little old gentleman in every leather-bottomed arm-chair in Vondervotteimittiss. "Von!" said his watch also; "von!" said the watch of his vrow; and "von!" said the watches of the boys, and the little gilt repeaters on the tails of the cat and pig.
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—Una... —replicó cada uno de los viejos hombrecillos de Vondervotteimittiss, en cada sillón tapizado de cuero.—Una... —dijo el reloj de su mujer. Y: —Una... —dijeron los relojes de los niños y los relojillos dorados colgados de las colas del gato y del cerdo.
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"Two!" continued the big bell; and
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—Dos... —continuó la pesada campana.
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"Doo!" repeated all the repeaters.
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Y: —¡Dos! —repitieron todos.
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"Three! Four! Five! Six! Seven! Eight! Nine! Ten!" said the bell.
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—¡Tres! ¡Cuatro! ¡Cinco! ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡Diez! —dijo la campana.
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"Dree! Vour! Fibe! Sax! Seben! Aight! Noin! Den!" answered the others.
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—¡Tres! ¡Cuatro! ¡Cinco! ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡Diez! —respondieron los otros.
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"Eleven!" said the big one.
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—¡Once! —dijo la grande.
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"Eleben!" assented the little ones.
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—¡Once! —aprobó toda la pequeña gente.
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"Twelve!" said the bell.
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—¡Doce! —dijo la campana.
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"Dvelf!" they replied perfectly satisfied, and dropping their voices.
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—¡Doce! —contestaron ellos perfectamente satisfechos y dejando caer sus voces a compás.
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"Und dvelf it is!" said all the little old gentlemen, putting up their watches. But the big bell had not done with them yet.
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—¡Han dado las doce! —dijeron todos los viejecillos, guardando de nuevo sus relojes. Sin embargo, la gran campana no había acabado aún.
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"Thirteen!" said he.
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—¡Trece! —dijo.
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"Der Teufel!" gasped the little old gentlemen, turning pale, dropping their pipes, and putting down all their right legs from over their left knees.
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—¡Trece!— exclamaron todos los viejecillos, palideciendo y dejando caer las pipas de sus bocas, mientras descabalgaban sus piernas derechas de sus rodillas izquierdas—¡Trece!
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"Der Teufel!" groaned they, "Dirteen! Dirteen!!- Mein Gott, it is Dirteen o'clock!!"
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—¡Trece! ¡Trece! ¡Dios santo, son las trece!— gimotearon.
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Why attempt to describe the terrible scene which ensued? All Vondervotteimittiss flew at once into a lamentable state of uproar.
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¿Describir la espantosa escena que se originó? Todo Vondervotteimittiss estalló de repente en un lamentable tumulto.
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"Vot is cum'd to mein pelly?" roared all the boys- "I've been ongry for dis hour!"
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—¿Qué le ocurrir a mi barriga? —gritaron todos los niños—. ¡Tengo hambre desde hace una hora!
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"Vot is com'd to mein kraut?" screamed all the vrows, "It has been done to rags for this hour!"
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—¿Qué les pasa a mis coles? —exclamaron todas las mujeres—. ¡Deben de estar cocidas desde hace una hora!
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"Vot is cum'd to mein pipe?" swore all the little old gentlemen, "Donder and Blitzen; it has been smoked out for dis hour!"- and they filled them up again in a great rage, and sinking back in their arm-chairs, puffed away so fast and so fiercely that the whole valley was immediately filled with impenetrable smoke.
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—¿Qué le ocurre a mi pipa? —juraron todos los viejecillos— ¡Rayos y truenos! Debe de estar apagada desde hace una hora. Y volvieron a cargar sus pipas con gran rabia. Se arrellanaron en sus sillones y aspiraron el humo con tal prisa y ferocidad, que, inmediatamente quedó el valle velado por una nube impenetrable.
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Meantime the cabbages all turned very red in the face, and it seemed as if old Nick himself had taken possession of every thing in the shape of a timepiece. The clocks carved upon the furniture took to dancing as if bewitched, while those upon the mantel-pieces could scarcely contain themselves for fury, and kept such a continual striking of thirteen, and such a frisking and wriggling of their pendulums as was really horrible to see. But, worse than all, neither the cats nor the pigs could put up any longer with the behavior of the little repeaters tied to their tails, and resented it by scampering all over the place, scratching and poking, and squeaking and screeching, and caterwauling and squalling, and flying into the faces, and running under the petticoats of the people, and creating altogether the most abominable din and confusion which it is possible for a reasonable person to conceive. And to make matters still more distressing, the rascally little scape-grace in the steeple was evidently exerting himself to the utmost. Every now and then one might catch a glimpse of the scoundrel through the smoke. There he sat in the belfry upon the belfry-man, who was lying flat upon his back. In his teeth the villain held the bell-rope, which he kept jerking about with his head, raising such a clatter that my ears ring again even to think of it. On his lap lay the big fiddle, at which he was scraping, out of all time and tune, with both hands, making a great show, the nincompoop! of playing "Judy O'Flannagan and Paddy O'Rafferty."
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Mientras tanto, las coles iban adquiriendo tonalidades purpúreas, y parecía que el mismo viejo diablo en persona se apoderase de todo lo que tenía forma de reloj. Los relojes tallados sobre los muebles poníanse a bailar como si estuvieran embrujados, mientras que los que se encontraban sobre las chimeneas apenas si podían contener su furor y se obstinaban en un toque incesante: «¡Trece! ¡Trece! ¡Trece!» Y el vaivén y movimiento de sus péndulos era tal, que resultaba verdaderamente espantoso de ver. Lo peor era que los gatos y los cerdos no podían soportar más el desarreglo de los relojillos de repetición atados a sus colas, y ostensiblemente lo demostraban huyendo hacia la plaza, arañándolo y revolviéndolo todo, maullando y gruñendo, produciendo un espantoso aquelarre de maullidos y gruñidos, lanzándose a la cara de las personas, metiéndose debajo de las faldas, produciendo la más terrible algarabía y la más tremenda confusión que persona sensata pudiera imaginar. En cuanto al miserable tunante instalado en la torre, hacía evidentemente todo lo posible por lograr que la situación fuera más aflictiva. De cuando en cuando podía vislumbrársele en medio del humo. Continuaba siempre allí, en la torre, sentado sobre el cuerpo del campanero, que yacía de espaldas. El infame conservaba entre sus dientes la cuerda de la campana, sacudiéndola sin parar con la cabeza, de izquierda a derecha, produciendo tal barullo, que mis oídos se estremecen aún ahora al recordarlo. Descansaba sobre sus rodillas el enorme violín, que rascaba sin acorde ni compás con sus dos manos, procurando fingir horrorosamente, ¡oh, infame payaso! , que estaba tocando la canción de «Judy O'Flannagan and Paddy O'Rafferty».
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Affairs being thus miserably situated, I left the place in disgust, and now appeal for aid to all lovers of correct time and fine kraut. Let us proceed in a body to the borough, and restore the ancient order of things in Vondervotteimittiss by ejecting that little fellow from the steeple.
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Como las cosas habían llegado a tan lamentable estado, abandoné con repugnancia el lugar, y ahora dirijo un llamamiento a todos los amantes de la hora exacta y del buen sauer-kraut. Marchemos en masa hacia el pueblo y restauremos el antiguo orden de cosas en Vondervotteimittiss, expulsando de la torre a aquel bellaco.
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